Una de las tareas más importante es preparar la tierra para la siembra con el fin de conseguir una buena cosecha en tu misma terraza. Os aconsejamos que el suelo de vuestro módulo o bancal esté muy bien preparado – es importante no prensar la tierra: es decir, una vez la echamos a nuestro módulo la espolvoreamos con las manos y evitamos comprimirla con sustratos muy pesados, así conseguimos que nuestra planta respire y se desarrolle con mayor facilidad. Es recomendable usar un sustrato ligero –por ejemplo que contenga una parte de fibra de coco–, pero si usas tierra de otro sitio, asegúrate de que tenga la menor cantidad de piedras u otros elementos naturales que puedan obstaculizar el desarrollo de raíces.
Al preparar la tierra para la siembra, podemos también aprovechar para añadir nutrientes, como materia orgánica leñosa bien al fondo del macetero (a esta técnica se la llama hugelkultur) o compost, para lo cual os aconsejamos que contéis con una lombricompostera o compostera bokashi en casa.
PASOS A SEGUIR PARA LA PREPARACIÓN DE LA TIERRA
1º Deshacer los aglomerados: como avisamos anteriormente, la tierra debe quedar suelta y ligera. Además, éste es el momento en que debemos aprovechar y añadir el compost para nutrir aún más la tierra.
2º Retirar de la superficie cualquier elemento extraño que haya podido caer, ya que puede obstaculizar la plantación y el posterior enraizamiento de la planta.
3º Aplicar una capa de acolchado para ayudar a mantener la humedad y proveer a los microorganismos de la superficie con alimento. Preferiblemente paja u hojas secas, que se esparcen uniformemente por toda la tierra descubierta, a excepción de aquellas zonas donde hayamos podido colocar semillas pequeñas que necesiten de los rayos del sol directos para germinar.
Una vez preparada la tierra para la siembra, nutrirla es muy importante, añadiendo compost líquido o sólido, consiguiendo un perfecto desarrollo de nuestro huerto urbano. Si no sabes cómo iniciarte en los huertos urbanos visita nuestro blog o contáctanos directamente.
Ya no tienes excusa para no comer productos ecológicos cultivados por ti mism@. Ponte manos a la obra y ¡únete a la revolución de los huertos urbanos!
